jueves, marzo 15

El Otro Regalo

otro dia mas...arriba, el intrincado sol; abajo, Asterion...

Con los dientes apretados desperté a la realidad de una mañana que aún no empezaba.
El silencio absoluto en una penumbra parcial me confortaba aún más que el calor que sentía,
el recuerdo de épocas menos agitadas, sensaciones simples, pero fuertes, me hizo rechazar la posibilidad de abandonar ese estado y prolongarlo eternamente.

En medio de la resistencia a caer, surgió la resistencia del tiempo.
El sol que aún no aparecía se detuvo y todo se volvió una cálida eternidad.
Eternidad que fue absorbida por la nada en un momento de inconsciencia.

Repetir esa eternidad es posible... sólo hay que abandonarlo todo otra vez...