viernes, abril 25

La Hada

otro dia mas...arriba, el intrincado sol; abajo, Asterion...

No quisiera que aparececies acá, pero ya en inevitable...
Revoloteas por todos lados, esparces tu aroma a primavera, plantas flores por todos lados, tratas de ocultar la oscuridad que hay al lado mío. Y es inevitable, yo puedo soportad mi oscuridad, tu no. Por eso que yo no tengo alas floridas, ni sonrisas para todo. Si puedo sonreir, si puedo volar, pero no tengo porque vivir una primavera, si el tiempo es de huracán. Puedo soportar tardes sombrías sin un optimismo que raya en lo ridículo y puedo mirarme y ver el fin sin esquivar la mirada.

No puedo desearte ningún mal, no puedo levantar ni mano ni palabra contra ti.
Pero puedo decir que me gustaría que las cosas fueran distintas, que mis presentimientos no fueron equivocados, que me gustaría equivocarme ...

lunes, abril 7

El Reflejo

otro dia mas...arriba, el intrincado sol; abajo, Asterion...

Asterión pasea con un espíritu por el laberinto, y llegamos a aquel pasillo, aquel pasillo que sólo aparece en estas situaciones. Asterión, sin pensarlo, guía el viaje hacia allá, ansioso de saber que resultado trae.

En aquel pasillo, en el fondo, donde sólo un haz de luz llega, existe una fuente que, como un espejo refleja los rostros de las animas sin forma, como así también el verdadero rostro de Asterión.
Me acerco y te miro, y ya no es una llama azul, sino un rostro rojo, borroso y con un arma en la mano. Te miro a ti y sólo veo una flama incandescente, mas sé que tu no puedes ver tu reflejo, así lo ignoro y sigo caminando cabizbajo. Tu no puedes ver mis ojos llenos de tristeza y angustia!, en mis pupilas hay un grito de auxilio que es ignorado. Mis ojos mirando al horizonte, no es de otra cosa que de decepción, pena y un sentimiento de un futuro nefasto.

Me gustaría ser más drástico y quizás, inteligente, y poder ser capaz de alejarme de ti, pero lo que no seré es cobarde, y mi decisión arriesgada ya está hecha. Ya decidí caminar contigo y no cambiaré mi decisión, aunque ya en tu rostro no pueda dejar de ver aquella imagen rojiza de tu reflejo...