lunes, julio 5

otro dia mas...arriba, el intrincado sol; abajo, Asterion...

Después de varios días puedo volver a teclear, me atrevo a escribir sobre la angustia que siento, el vacío que retorna como la profecía... aquella en que el hombre no alcanzó a hacer lo que correspondía y el peso del destino cayó sobre sus hombros...

En realidad es culpar al ánimo, a la maldita suerte... justo cuando todo está excelente, Asterión vuelve corriendo a su laberinto y se pierde en él... Se torna oscuro y solitario... Vive todo el día dentro de su laberinto y ya no mira ni el sol. Tampoco hay ganas de salir... El sueño me sofoca, la abulia me domina, la inercia es la única opción ...

Y por qué? creo que la felicidad me hace alejarme de mi mundo, de lo que me hace estar conforme y estable (no feliz)... No quiero creer que es una excluye a la otra, solo debo aprender a conjugarlo bien... Es gracioso de como a medida que escribo me voy dando cuenta de la situación... En este momento, las personas y situaciones que me producen alegria no son mas que eso... alegrías... risas... sentimientos para nada despreciables, todo lo contrario, muy agradables... Pero nadie ni nada me da la profundidad que espero... Nadie desvaría... Nada es ...

En realidad no quiero decirlo, ya es suficiente con darme cuenta... Ya no veo esa luz, esa llama... He resucitado.. justo lo que no quería... Después que tuve lo que siempre espere... y me dieron lo que esperaba... los dioses juegan en mi contra y me encuentro de pie dentro de estas paredes sin fin, húmedas, oscuras y fragantes a muerte y sufrimiento... Vuelvo a escuchar los gritos... Vuelvo a sentir el tiempo que me desgarra, siento que mis ojos se pierden en la nada... Y ya nada es importante, la vida se ha perdido... El recuperarla... es posible, pero ni siquiera hay ganas de eso...

Las paredes se alzan hacia el cielo, ya nadie puede verme... ni siquiera yo...

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