miércoles, septiembre 1

otro dia mas...arriba, el intrincado sol; abajo, Asterion...

Creo que las horas sin rasguñar estas paredes ya fueron suficientes, y no sé, si esto mismo ha traído como consecuencia la vorágine que se escucha en el viento desde estos pasillos, los más profundos del laberinto. Sí, reconozco que no son los más profundos que he estado... Pero es desesperante el aire que circula... Es un aire que desconozco y también desconozco a el mismo Asterión... él ha cambiado...

Las paredes desgastadas por gritos que no salen de acá son visibles... Acaso alguien las ha visto? No.
Ya nadie entra en el laberinto... Pero todos sus espectros se aparecen ante mi como fantasmas que vuelven por lo no cumplido en vida...
Y no puedo quejarme. He cerrado las puertas del laberinto. No porque quiera, no porque no hayan querido entrar. En realidad no lo sé... Las pocas personas que pueden entrar están lejos... Física y espiritualmente... Estoy sólo, yo con mi arpa... y ella me sostiene...

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