viernes, marzo 16

El caminar por el aire

otro dia mas...arriba, el intrincado sol; abajo, Asterion...

No sólo los ángeles pueden caminar por el cielo, hay seres sin raíces, hombres sin ataduras que lo hacen y pueden incluso disfrutar del aire. Sin embargo, hay seres cuyo castigo es caminar por el aire, seres sin arraigo, vagabundos.

Para el ser que camina es dificil entender la sensación del vértigo que significa caminar en el aire. Cada paso es un paso temeroso, no hay seguridad de cuando se detendrá el pie. El vertido es una sensación repetiva e inadaptable, el moverse se convierte en una penitencia constante e ininterrumplible.

Los caminantes del aire no pueden descansar, ya que no pueden sentarse ni acostarse. Dormitar es lo único que pueden hacer, pero sufren terribles pesadillas de caer en vacío o en abismos sin fin. Al despertar no hay un hogar ni un lugar conocido para buscar sosiego. La desesperación es la reina y los pies se elevan más y más a alturas inconmesurables, donde todo es azul, no hay un arriba ni un abajo, todo se da vueltas. De pronto sobreviene la caída. Muy fuerte y rápido, se siente morir... De cabeza se va al suelo, rápido, ahí está... se acerca!. Al final cierras los ojos y se detiene. Estás a un milímetro del suelo. Pero no, nunca tocarás el suelo, sólo el día en que la tierra te cubra por completo.

No hay donde descansar, no hay donde dormir, no hay donde arraigarse, todo es flotar, vértigo y desesperación.

Asterión recuerda aún aquel día maldito cuando deseó volar...

3 comentarios:

Ariadne dijo...

A veces lo que deseamos puede volverse realidad... y cuando eso ocurre, ya es demasiado tarde para regresar... sólo te queda seguir adelante =)

Sae dijo...

Andado por el cielo puedes crear una propia casita que vuele por entre tus sueños....Como seres humanos tendemos tanto a complicarnos, si tan solo tuviesemos una plumita de las alas de un ángel y con ella un pedacito, por más pequeño que fuera de su alma, podríamos volar libres por el cielo, entre las estrellas, acobijarnos en ellas, y no sentir miedo nunca más...Pero sentimos miedo, sentimos penas, nos sentimos volubles y vulnerables ante cualquier brisa que tiende a amenazar nuestra volatil estabilidad....Pero qué podemos hacer, más que abrazarnos al viento, volar por entre él, robarle una pequeña pluma a un ángel, y dejar de llorar porque no lo podemos lograr, simplemente dejarnos llevar, ver la vida más simple, ver la vida más linda, y ver el cielo más cercano a estos pies humanos que un ALGO grande nos dió para poder recorrer los caminos de este infinito laberinto que a veces no es tan cerrado como pensamos.....

Anónimo dijo...

EL MINOTAURO TE HUELE.SABE QUE ESTAS AHI.TU TAMBIEN SABES QUE EL TE HUELE. ESE DESEO DE OLER ES COMO EL DE LAMER LA CARNE.AMBOS SE BUSCAN.HEREDE UN LABERINTO.