viernes, agosto 12

La estabilidad

otro dia mas...arriba, el intrincado sol; abajo, Asterion...

Asterion abre los ojos, ya de los muros solo quedan restos y los recuerdos, la sensación de encierro, el aire putrefacto, las ideas que rebotan como eco por las paredes, todo ha desaparecido. Asterión ha podido sobrevivir al monzón sin estas paredes que protegen a un corazón que tenía miedo de confesar un deseo. En realidad esta gran apariencia distintiva no es más que una marca que guarda relación con la necesidad de un alma de vivir. De vivir la vida de un modo algo más reflexivo, más lento, con sentido y con sabor. No era mucho pedir? Claro que sí, para un niño de 13 años conocer que el mundo y la vida puede ser muy distinta a como sale en los cuadros del palacio, es fuerte. Conocer gente que sí lo intenta, gente ke sale a la calle con sus cuernos y es apartada. El pueblo no piensa dos veces en rechazar. Y Asterión se cuestionó muchos asuntos de la vida y sus prioridades se establecieron. Asterión estaba practicamente solo, nuevas tierras y aires lo habían desarraigado y ya nada parecia conducir lo mismo. Mucho dolor fue soportado en vano y muchos soles pasaron impávidos de la sangre de Asterion.
Un día, Asterión se encerro en el jardín al que tanto había repugnado. Asterión no veía reflejos, no se sentía. Asterión pudo sentirse alguien en el mundo, parecía gente normal y los sueños fueron escondidos en alguna esquina del palacio.
Un día, simplemente abrio los ojos y se dio cuenta de que estaba sumergido en sus miedos y cobardía. Asterión debía despertar! debía volver a ser lo que había añorado... Pero no era un camino facil, era desangrarse para poder llenarse de sangre nueva. Era reacostumbrar los sentidos, agudizar la vista, el olfato, todos los sentidos. Enterrar las manos y sentir la tierra, sentir el mar, sentir a Asterión. Hacer desaparecer al Asterión con cabeza de humano y de una vez derrumbar estas paredes que salvaron al pobre engendro de la muerte, pero que pudieron haberlo conducido a un destino peor.

Asterión está libre, los campos verdes son de el.
La muerte ya llego y fue recibida, pero el cambio fue percibido despues y en realidad...
no hay vuelta después de la muerte, y de eso, me alegro.
Muchas gracias a todos los espíritus y sombras que alguna vez se aparecieron frente a mi o me gritaron del exterior. Nombrarlos sería quitar la magia de sus nombres en este templo. Pero si alguna vez les he sonreido sin ningun motivo aparente, sientanlo como un agradecimiento.
Asterión en estos dos años de tratar de salir ha conocido mucha gente y muy importante y de ellos he aprendido mucho, y también de las cosas que he hecho por ellos y también que he dejado de hacer. Asterión ha crecido mucho, también ha destruido, para Asterión este Laberinto escrito no ha sido más que el testimonio y una cuerda de teclas que me ha rescatado en los momentos donde me hubiese hundido en algun pasillo vertiginoso.

Aún quedan marañas sueltas, y quedarán, mientras exista esto o algún anima que me pueda ver, todo estará bien...

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